El arte perdido de deambular

Lo has hecho alguna vez? Salir a la naturaleza sin un propósito? Ir sin tener claro a dónde quieres llegar o qué vas a hacer cuando estés ahí?

O al menos, aunque un plan te haya llevado hasta ahí.. te has dado la oportunidad de comenzar a caminar así, sin más, sin rumbo, sin un propósito fijo más allá que dejarte guiar por lo que te va llamando la atención en el camino?  Si la respuesta es si, felicidades! Continúas Sigues haciendo lo que por milenios los  humanos han hecho antes de la era industrial. Si tu respuesta es no.. de  verdad, hazlo un día. Te lo recomiendo. 

deambular.jpg

Segun el diccionario, deambular es:

‘Ir de un lugar a otro sin un fin determinado. Andar, caminar sin dirección determinada.’


Qué pecado puede haber en ello?!

Algo pasa cuando salimos sin un plan y nos dejamos guiar por el momento y por el lugar. Cuando recuperamos ‘el arte perdido de deambular’.

Nuestra sociedad y, más importante, nuestras cabezas nos dicen que andar así por la vida es prácticamente un pecado. Que necesitamos ser productivos el 99% del tiempo. Que ‘no-hacer’ es una pérdida absoluta e irrefutable de nuestro tiempo.

Pero… de verdad. Deambular es diferente.

Deambular implica romper con esas programaciones sociales y mentales y darte el permiso, de hacer nada. De vagar. De merodear.

Si te das cuenta, todas estas palabras tienen connotaciones negativas en nuestro idioma. Tenemos un idioma bastante severo. La palabra deambular en inglés es ‘wander’ y para ellos, ese verbo es bastante más aceptado. Hay incluso una frase que me encanta que es ‘wander lust’, traducido literalmente como ‘lujuria por deambular’ que.. oh dios mio! Doble pecado!

deambulando.jpg

Insisto. La cultura hispánica es severa y sin darnos cuenta nos privamos de experiencias que no sólo no tienen nada de malo si no que son, además, increíblemente necesarias para nuestro cuerpo y nuestra mente.

Deambular es algo fuerte, te aviso. Practicar el arte de deambular te da independencia. Deambular te empodera, lo juro. Te empodera en el sentido de reconocerte capaz de hacerte tu propio camino, de tomar tus propias decisiones. De parar cuando se te antoja porque viste algo que te llamó la atención, y de continuar cuando sientes que es momento. Deambular te reconecta contigo, te ayuda a reconocer tu propia intuición y tu propia dirección. Te hace dueñx de ellos. Y al mismo tiempo, deambular te obliga a estar abierto o abierta al mundo, a relacionarte con él, a observar y escuchar lo que te rodea y reconocer cómo ello también te guía y te dice por donde y hacia donde. Es aprender a leer el mapa de dejarte guiar por tu intuición.

Deambular es un micro campo de entrenamiento seguro, si lo que buscas es tomar con más ganas las riendas de tu vida y decidir paso a paso tu propio camino.

Inténtalo y me cuentas cómo te fue en la sección de comentarios.

O si conoces a alguien que le urge relajarse y soltar un poquito el control en su vida, para reconocer otro tipo de guía, compártele este artículo. Nunca sabes..

sorpresasaldeambular.jpg