¿Qué son?
Las esencias florales son medicina vibracional, similar a la homeopatía, que captura la esencia energética de una planta, ayudándonos a desbloquear patrones de creencias limitantes sobre nosotrxs mismxs y el mundo.
Son especialmente útiles para personas que estamos haciendo trabajo personal, ya que nos permiten llegar a las causas profundas del tema que estemos trabajando, re-equilibrándonos a nuestro estado armónico original.
En otras palabras, nos ayudan a regresar a nuestra verdadera esencia; nos acompañan en el proceso de expresar nuestro verdadero ser.
La historia..
Las esencias florales más conocidas son las Flores de Bach, creadas por el doctor inglés Edward Bach en los 1930’s.
La historia es hermosa: él como médico de muchos años, empezó a percibir que los malestares de salud de sus pacientes casi siempre parecían provenir de desbalances emocionales o bloqueos de la personalidad. Observaba que pacientes con ciertos tipos de personalidades tendían a padecer los mismos tipos de enfermedades.
Al notar eso decidió explorar otras formas de ayudar a recuperar la salud, trabajando desde la raíz, no sólo en los síntomas y problemas físicos. Después de trabajar como médico homeópata, encontró que diferentes flores tenían cierta energía o nivel vibracional que podían ayudar a desbloquear los desbalances emocionales de las personas como el miedo, impaciencia, inseguridad, indecisión, ira, etc.
Casi 100 años después, su colección de Esencias Florales es cada vez más utilizado y desde entonces han surgido más sistemas, de flores de otras partes del mundo como la California Flower Essence Society, Australian Bush Flower Essences, Elíxires Aztecas (de hongos y flores mexicanas) y varias más.
Ha sido en los últimos años en que más personas hemos escuchado el llamado de las flores y comenzado a hacer nuestras propias esencias, porque la realidad es que cada planta tiene medicina y más que nunca en la humanidad estamos necesitando ayuda para manejar nuestras emociones, soltar patrones y bloqueos, y regresar a la hermosa maravilla que es nuestro verdadero Ser con S mayúscula, ese que va más allá de traumas, problemas, tristezas y rencores.
La línea permisos..
Cuando conocí las Flores de Bach me pareció literalmente magia, que la vibración o energía de las flores pudiera ayudarme de forma tan clara a procesar emociones que me estaban costando trabajo navegar.
Años después, al certificarme como guía de Baños de Bosque, una compañera del curso me comentó que no era tan difícil hacer tus propias esencias florales, que el único reto era la parte de la escucha intuitiva para descubrir la 𝒎𝒆𝒅𝒊𝒄𝒊𝒏𝒂 de la flor (con qué asuntos o emociones nos puede ayudar cada una).
✾ Ese año (2017) comencé a explorar sin entender muy bien lo que estaba haciendo, porque el proceso es sencillo, pero la mayoría de nosotrxs dejamos de creer en nuestra intuición hace tiempo y más que nada, la idea de que podemos recibir mensajes y guía de la Naturaleza no es algo que sea aceptado ni comentado en nuestra cultura.
{Sin embargo, eso no lo hace no-real. La mayoría de las culturas indígenas fuera de la sociedad moderna a la que pertenecemos, siempre se comunicaron con la Naturaleza, y lo siguen haciendo.
Parecería que sólo fuimos nosotros los que olvidamos y dejamos de creer, pero habemos cada vez más personas sintiendo fuerte el llamado de volver a escuchar y volver a confiar en nuestra conexión con la Tierra (y el Todo), y la sabiduría que proviene de esa conexión}
✾ Siguiendo con la historia, poco a poco fui soltándome, abriéndome, confiando en los mensajes que escuchaba de las flores.
Probé con muchas, pero no fue hasta que trabajé con la Amapola de California, que el mensaje fue contundentemente claro: esta flor nos da 𝑷𝒆𝒓𝒎𝒊𝒔𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝑫𝒆𝒔𝒄𝒂𝒏𝒔𝒂𝒓