Este año Octubre tiene dos lunas llenas y la segunda cae justo el 31 de octubre…
Aunque la mayoría de nosotros conoce esa fecha como ‘Halloween’ y se convirtió en una festividad de dulces y disfraces sin mayor sentido, el verdadero origen se remonta a la celebración de Samhain del pueblo Celta (pronunciado ‘Sawein’).
Para los que somos de México y lugares donde aún se celebra el Día de Muertos, es fácil ver la aparente coincidencia: para nosotros, del 1 al 2 de noviembre son fechas en que ponemos altares y ofrendas a nuestros queridos difuntos. Son días en que activamente los traemos de vuelta a nuestra memoria: volvemos a hacerles parte de nuestros días, los celebramos, e incluso nos comunicamos con ellos como si estuvieran aquí, cerquita de nosotros…
Con todo esto, para muchas culturas esta es una temporada liminal. La liminalidad es un estado en el que no se está ni en un sitio, ni en otro. Son momentos o periodos de transición donde se relajan los límites normales de nuestra auto-percepción y formas de entender el mundo, abriendo el camino a ideas nuevas, revelaciones e intuiciones profundas.
En un año de tantos cambios y desafíos, tener entrada al ‘otro mundo’ o a partes de nuestra psique que normalmente no visitamos, se vuelve una herramienta invaluable. Por qué? Porque ahí podemos encontrar respuestas a problemas difíciles, claridad sobre el verdadero rumbo que queremos tomar, o nociones de los siguientes pasos a seguir en nuestro camino.
Para acceder a la liminalidad necesitamos atrevernos a soltar un poco la realidad ‘normal’ y darnos espacios para percibir alternativas diferentes.
Una vez listo, date la oportunidad de conversar con ellos como si estuvieran aquí; cualquier cosa que no les hayas dicho en su momento, ahora es cuando hacerlo. También, si necesitas ayuda o guía en algún tema, atrévete a pedírselos, sin dudar si te escuchan o no. Algo importante es permitirte sentir cualquier emoción que aflore en ti en ese proceso.. El espacio liminal es muy sanador y más aún estando abiertxs a lo que tenga que cambiar dentro nuestro.
3. Busca más espacios de lo normal para estar contigo a solas. Escúchate con total honestidad y si es algo que practicas, escribe en un cuaderno todo lo que quiera salir de tu mano, sin editar ni censurar. Una vez terminado, permítete leer lo que escribiste como si escucharas a un ser querido -sin juicio ni opiniones-, simplemente con curiosidad y apertura a lo que haya salido. Para poder cambiar algo siempre es necesario verlo antes con claridad y aceptación. Por ahora, lo único que tienes que hacer es ver lo que hay dentro de ti, y aceptarlo sin juicio.
Con esos 2 ejercicios habrás traído temas de tu subconsciente, al consciente - habrás atravesado el espacio liminal para traer luz a lo que necesite cuidado y atención de ti en estos momentos. Lo importante es que recuerdes y confíes en que las respuestas o soluciones no necesariamente tienen que venir de un proceso racional tuyo - ábrete a que puedan llegar a través de sueños, golpes de inspiración o intuiciones, cuando menos lo esperes. La liminalidad va justo más allá del campo analítico y racional, viene, muy literalmente.. del otro mundo.
Si lo necesitas, busca ayuda. Estos han sido tiempos muy pesados para todos, y necesitamos toda la ayuda que podamos recibir para salir transformados en una versión más genuina de quienes realmente somos. Así que este es el momento ideal para recibir el tipo de terapia que más te funcione, ya sea psicológica, energética, reiki, flores de Bach, etc.. Más que nunca en la historia de la humanidad tenemos herramientas que nos ayudan a atravesar estos procesos y las necesitamos. No tenemos por qué hacerlo solos.
Si llegaste hasta acá, te felicito! Y si tienes cualquier pregunta o si haces alguno de los ejercicios y te gustaría compartir tus revelaciones me daría un gusto enorme escucharte
Con cariño otoñal y liminal,
Paula